lunes, 3 de noviembre de 2008

Guerrilla Marketing


Es la utilización del medio, que en conjunto con el tiempo, esfuerzo y sobretodo imaginación con el fin de transmitir un mensaje publicitario, dejando al lado la necesidad de grandes presupuestos, dado que generalmente no hay un medio al cuál pagarle —la distribución del mensaje publicitario es la tajada más grande del presupuesto de marketing—. El término Guerrilla Marketing fue acuñado en 1984 por Jay Conrad Levinson en un libro con el mismo nombre. En éste, Levinson da agresivos tips y armas para ser utilizados por pequeños negocios con recursos financieros limitados.
Las características del marketing ambiental, descritas por el mismo Levinson son las siguientes:

Está diseñado para empresas pequeñas
Con bajo presupuesto.
Debe estar enfocado en la psicología humana, más que en la experiencia
La experiencia es una habilidad adquirida por la repetición y constancia de realizar una tarea. El marketing de guerrilla se trata de crear algo nuevo.
En lugar del dinero, la principal inversión es la imaginación, tiempo y esfuerzo propio
Es barato, pero requiere quién lo haga.
Debe crear relaciones nuevas, pero enfocarse a las ya creadas
El 80% de las utilidades viene del 20% de los clientes. Generalmente estos son los que ya tienen confianza en la marca y repiten sus compras, además, son una de las mejores herramientas de marketing.
El uso de la mercadotecnia tradicional y la tecnología para lograr que el mensaje llegue
Dar uso a todos los recursos disponibles, el marketing de guerrilla no actúa solo. Necesita una buena plataforma de cuál sostenerse.

Generalmente, este tipo de mercadotecnia convive con el consumidor, que lo puede tocar y manipular. O el mismo medio es el que lo modifica. Para la desgracia de muchos de nosotros, el ambient marketing no es muy común en países tercermundistas y ciudades pequeñas. De hecho, en persona sólo me ha tocado una vez y fue relativamente hace poco.

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